martes, 8 de noviembre de 2011
La prevención de los riesgos es crucial y trae muchos beneficios
Lleva un mes escaso al frente de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, dependiente de la Comisión Europea y con sede en la Gran Vía de Bilbo, pero ya advierte de que hay que «reforzar la sensibilización de la seguridad y la salud en el trabajo». Para ella, debe estar en las prioridades de las agendas no sólo de los políticos, sino de los empresarios, los sindicatos y los trabajadores.
Aunque en la Unión Europea se han producido «en los 30 últimos años avances en cuanto a prevención y sensibilización sobre la seguridad y la salud en el trabajo», todavía la situación es grave. Al año se producen 168.000 muertes relacionadas con el trabajo, de ellas 5.580 son trabajadores que pierden la vida en accidente de trabajo y el resto se debe a las enfermedades profesionales. Además, se pierden 143 millones de jornadas por enfermedad o fallecimientos y 7 millones de trabajadores sufren un accidente en el trabajo. El coste anual para la economía, «aunque lo peor es la pérdida de vidas» como dice Christa Sedlatschek, se encuentra entre los 503.240 millones y los 707.933 millones, según los últimos datos que maneja la propia Agencia Europea con sede en la Gran Vía de Bilbo.
¿Qué objetivos mantiene para los próximos años ?
El principal reforzar el mensaje de lo importante que es la seguridad y la salud en el trabajo para la sociedad. Se había perdido lo importante, aunque algunas empresas lo hacen, si hasta ahora era importante, lo será más a la vista de los cambios demográficos en el futuro. Debemos reforzar esa sensibilización hacia la importancia de la seguridad y la salud. En este caso, una de las prioridades siempre han sido pymes, dado que representan el 95% del tejido empresarial. Es importante que sepan la importancia de la salud en la vida de los trabajadores. Creo que necesitan una asistencia y herramientas, que nosotros se las proporcionaremos a través de nuestra red. Es importante que trabajen los empresarios en conjunción con los sindicatos y con los trabajadores.
¿Se refiere a la herramienta on-line de evaluación de riesgos?
Sí, hemos promovido campañas de sensibilización y lo seguiremos haciendo, pero apostamos por una herramienta on line de evaluación de riesgos. Los estados la deben adaptar a sus necesidades desde el País Vasco a Rumania, pasando por Italia, por ejemplo, para que les sirva para hacer prevención en las empresas más pequeñas. Pero también nos debemos dar cuenta que es prioritario integrar la seguridad y la salud en el trabajo en otras actuaciones políticas, como la Educación. Pero, a la vez, necesitamos actuar en el terreno de la investigación, porque la UE tiene presupuesto para financiar en este ámbito, pero se hace poco por avanzar en la seguridad y la salud en el trabajo. Presionaremos para que se liberen presupuestos para esta causa fundamental.
¿La prevención en la seguridad y la salud es rentable para las empresas?
Es crucial en la gestión y, además, es rentable. Lo que se invierte en seguridad y salud en el trabajo rinde en beneficios. Soy austriaca, pero he trabajado largo tiempo en Alemania y se ha demostrado que por cada euro invertido en salud laboral se obtiene un beneficio de diez euros. Estamos trabajando en un proyecto económico para demostrar el impacto de la salud en las empresa para demostrar efectivamente el beneficio que supone. Al final, merece la pena. Es un derecho humano, permanecer seguro y sano, pero los empleadores quieren oír también que es rentable. Así es.
¿Cuáles son los últimos datos sobre los accidentes, enfermedades y costes de los mismos?
Las cifras son impresionantes, lo que se pierde en horas. Las cifras no lo son todo, sino que la salud es un derecho, pero al final sí es cierto que se gasta y consume mucho dinero por no tener unas medidas adecuadas de prevención frente al riesgo, hay que hacer algo.
De acuerdo con los últimos datos, el 8,6% de los trabajadores de la UE-27 experimentaron problemas de salud durante los últimos doce meses. Supone 20 millones de trabajadores. Es casi el triple de los trabajadores que informaron haber sufrido un accidente (3,2%), lo que representa a siete millones de trabajadores afectados.
Mueren 168.000 personas al año por su actividad laboral en la UE-27, de ellas 5.580 son a causa de accidentes de trabajo, pero el resto se debe a enfermedades profesionales. Por ejemplo, 95.581 muertes estuvieron causadas por cáncer, según los datos de 2002.
¿A cuánto asciende el coste económico de la falta de seguridad y salud en el trabajo?
Se pierden 143 millones de jornadas de trabajo cada año por enfermedad o muerte relacionada con el trabajo. Supone que son entre 503.240 millones de euros, porque se estima que supone un coste del 4% del PIB europeo, aunque ya desde el organismo australiano de Salud en el Trabajo se habla de que el coste se ha elevado al 5,9%, lo que en la UE nos daría un coste anual de 706.933 millones.
Es terrible que en este nuevo siglo los trabajadores sigan muriendo por ir a buscarse el pan.
Sí, sí. Es terrible. Hemos mejorado bastante en 30 años, pero están surgiendo nuevos lugares de trabajo y nuevos riesgos. La importancia de los riesgos sicosociales; la forma en que se organiza el trabajo es diferente y, al menos, se reducen los accidentes físicos, pero sí aumentan los riesgos sicosociales. Hay que enfrentarse de otra manera a los riesgos, porque no podemos continuar así.
Si los empresarios saben que invirtiendo sus empresas son más rentables, ¿por qué no lo hacen?
Por mi experiencia en Alemania, el cambio demográfico nos puede ayudar un poco en esta situación. En algunas regiones se están dando cuenta de que los trabajadores se hacen viejos. Son los que conocen bien el trabajo, y entienden que cuando se jubilen van a perder el conocimiento y los recursos humanos si dejan de invertir en seguridad y en salud en el trabajo. Por lo que creo que por esa vía se logrará un cambio. Las mejores empresas invierten en recursos humanos con especial atención a la salud, porque es competitividad y eso supone el éxito económico al final. El cambio demográfico obliga a todas las empresas a replantearse esta situación.
¿Hay algún cálculo en el que se establezca que con la crisis los accidentes se reducen?
En referencia a las cifras, está claro que los accidentes se refieren a personas que trabajan, pero hay que tener en cuenta la cantidad de paro, porque en el País Vasco y en el Estado español las cifras de desempleo son elevadas. Creo que hay que tener mucho cuidado cómo se utilizan las encuestas, entre las personas que trabajan frente a las que están en paro. Porque cuando hay mucho paro, se reducen los accidentes.
¿Qué se debe de hacer para que las empresas cumplan la ley de prevención de riesgos laborales de una manera adecuada?
Es un proceso largo, pero creo que estamos en buena situación en la UE para fortalecer la cultura preventiva. La legislación es muy importante. Estoy de acuerdo con que se está produciendo un retraso, pero lo importante es difundir la cultura preventiva desde las escuelas, las familias y el trabajo. Hay que darse cuenta que el estudiante actual es el director o trabajador del mañana. Lo que aprendan hoy sobre la salud es un tesoro, es necesario cuidar, y debe mejorarse.
Los datos demuestran que en aquellos países más avanzados, donde se dispone de una mayor presión fiscal, la calidad de vida y la siniestralidad es menor.
Un amigo, que es profesor en una universidad de Estados Unidos, aunque nació en Grecia, está realizando una investigación en ese terreno. Me dice que no es tanta la influencia de los impuestos en la mayor o menor accidentalidad, sino en el sistema social. Tener un sistema social sólido y estable es un requisito necesario para tener una sociedad saludable en términos de salud y seguridad.
Ya, pero ahí es donde se demuestra que a más impuestos, más calidad de vida y menos accidentes.
Al final, es invertir en el sistema social, si lo haces, da mejores frutos. ¡Estamos hablando de Noruega!
¿Nos anticipamos bien a los riesgos nuevos?
Sí, lo estamos haciendo bien. La Agencia recopila información de donde se investiga, pero el paso hasta implantarlo es un proceso muy largo. Son necesarios los estudios en la empresa para ver los impactos directos, porque es más práctico.
¿Cómo ve la inspección de trabajo europea desde su punto de vista de ex inspectora?
Efectivamente, fui inspectora de trabajo. Tiene que cambiar el rol de la inspección, debe servir de consejo y apoyo a las pyme, por eso hay espacio mejora. El control es importante. Está bien preparada la Inspección Europea, pero debería ofrecer consejo. Lamento, sin embargo, que muchos estados miembros están reduciendo el número de inspectores, no es bueno.
¿Que balance hace de la campaña «Trabajos saludables» que se cierra este mes? ¿Y la nueva?
Estoy sorprendida de la cantidad de empresas y compañías que han seguido. Han sido 53 socios oficiales, pero ha movilizado a 10.000 personas en más de 100 reuniones en dos años. Culminará en una Cumbre Europea que se celebrará en Bilbao entre el 22 y 23 de noviembre. La nueva campaña «Juntos por la prevención de riesgos», el enfoque es más global y tiene en cuenta la responsabilidad del empresario y el liderazgo que debe asumir en la gestión de la salud en el trabajo, pero contempla la importancia de los trabajadores, los sindicatos y su participación en la gestión y en el sistema de organización.
«El amianto es nocivo y hay 100% de pruebas»
A la vista de las estadísticas, ¿las enfermedades profesionales son el mayor mal que hay en Europa?
Estamos viviendo en un mundo cambiante del trabajo. Sectores de alto riesgo como Construcción, Pesca y Agricultura son menos importantes hoy en día, lo cual favorece que los accidentes sean menos importantes. Pero los temas de la salud como los trastornos músculo-esqueléticos son el número uno , porque la causa es multifactorial, y los riesgos sicosociales tienen una influencia grande, unido a las condiciones ergonómicas y a la tecnología. En lugar de accidentes, tenemos enfermedades que aparecen en un largo tiempo.
¿Por ejemplo el amianto?
Estuve trabajando en Austria en la inspección de Trabajo en 1993 cuando se prohibió. En 2011, Canadá se pronuncia a favor de construir con amianto y nos dicen que no es tan peligroso cuando tenemos 100% de pruebas de investigaciones. Millones de muertes confirman que es peligroso. No entiendo el paso de Canadá. Europa tiene que mantener una posición muy fuerte contra cualquier intento de volver atrás para recuperar el amianto.
Pero la UE permite importar amianto en diafragmas que se utilizan en los equipos depuración con cloro.
Efectivamente, por colegas de algunas empresas sé que hay algunas maneras de seguir utilizando asbestos. Son excepcionales. El riesgo mayor sigue estando en el viejo amianto que permanece en las construcciones.
¿Sería necesario establecer un fondo de compensación para evitar que los afectados por amianto tengan que recorrer los pasillos de los jugados para que se les reconozca el mal en donde no existe ese mecanismo?
Efectivamente, no es normal ver gente fuera peleando por una compensación. Defiendo una prohibición total del amianto. Las asociaciones de los diferentes países son las que pueden hacer fuerza uniéndose para luchar contra el amianto y la muerte que está generando.
Fuente: www.gara.net
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