El Ruido, una afección laboral renovada

Cuando el ruido parecía haber sido dominado en muchos procesos industriales, se renuevan situaciones laborales bajo este peligro, como los puestos de telemarketing, atención de clientes, recepción de pedidos, ambientes de oficina bulliciosos con una persistencia de sonidos no siempre adecuadamente controlados.

Estas condiciones se agravan por cuanto los períodos de reposo no son suficientes para la recuperación mediante el descanso del aparato auditivo, y durante los mismos el “ruido comunitario” impide que el reposo auditivo sea eficiente.

Ruido Comunitario, es la contaminación ambiental originada en los centros urbanos por el tránsito vehicular, la circulación en trenes y subterráneos, el uso de música en ambientes laborales y de descanso o distracción, los ambientes ruidosos aún en los domicilios particulares, todo ello aumenta la exposición más allá de las horas de trabajo.

Si bien puede intentarse concluir que lo que el individuo realiza fuera de su horario laboral no es un problema del empleador, estos hechos están fuera de su gestión, y además en muchas situaciones la exposición a ruidos no es voluntad del individuo sino consecuencia de su vida en comunidad.

Los efectos del ruido sobre la salud en caso de una exposición nociva se van produciendo inadvertidamente y sus resultados son crónicos

Cuando el damnificado toma conocimiento, el deterioro es irreversible.

La Hipoacusia Inducida por Ruido es la enfermedad laboral más extendida en los últimos dos siglos, es también la de más facil prevención y control.

Cuando el ruido supera cierta intensidad las células nerviosas del oído interno primero se fatigan y luego, si el estímulo continúa por más tiempo, se mueren. Las células nerviosas son las únicas que no se pueden reponer o regenerar, con lo cual la muerte de las células del oído interno es definitiva.

Primero mueren las células que detectan los sonidos y/ o ruidos muy agudos y posteriormente se van muriendo el resto y afectando las de los sonidos graves.

Los sonidos que conforman la percepción de la palabra hablada corresponden a los sonidos graves. Cuando el individuo toma conciencia que tiene dificultad para escuchar, ya el daño se ha producido y afectado de manera irreversible, porque ha muerto una enorme cantidad de células nerviosas del oído interno.

No hay tratamiento médico que pueda reparar esta pérdida que marcara para siempre al individuo.

La Hipoacusia Inducida por Ruido (HIR) se transforma así no solo en una enfermedad, sino en un obstáculo social. La única solución es la amplificación externa de los sonidos, con la consecuente dependencia del individuo de aditamentos electrónicos para una actividad diaria normal. Las técnicas quirúrgicas no son generalmente aplicables a la solución de casos de HIR

Lo importante es entonces que hacer para que el daño no se produzca.
Es necesario incluir algunas definiciones y tablas.
El Reglamento Argentino en materia de Seguridad e Higiene, Decreto 351/79, Anexo V indica

1. Definiciones
Nivel Sonoro Continuo Equivalente (N.S.C.E.): Es el nivel sonoro medio en el d B (A) de un ruido supuesto constante y continuo durante toda la jornada, cuya energía sonora sea igual a la del ruido variable medido estadísticamente a lo largo de la misma.

2. Dosis máxima admisible
Ningún trabajador podrá estar expuesto a una dosis superior a 90 dB de Nivel Sonoro Continuo Equivalente, para una jornada de 8 h y 48 h semanales.
Por encima de 115 dB no se permitirá ninguna exposición sin protección individual ininterrumpida mientras dure la agresión sonora. Asimismo en niveles mayores de 135 dB no se permitirá el trabajo ni aún con el uso obligatorio de protectores individuales.”

De acuerdo a la Legislación Argentina, toda persona que trabaje expuesto a un nivel de ruido ambiental inferior a 85 decibeles, no sufrirá daño en su audición.

Si el ruido ambiental es de 90 decibeles, el trabajador podrá estar expuesto, sin protección durante 8 hs de trabajo. Por cada 3 decibeles de aumento del ruido ambiental, la resistencia del oído humano sin que se produzca lesión disminuye a la mitad del tiempo

Es útil esta tabla contenida también en el Decreto 351/79, reglamentario de Seguridad e Higiene en el Trabajo, y considerado aún muy adecuado en su función de reglamentar la prevención.



Se comprenderá ahora, la importancia de la protección auditiva frente a la exposición y la PREVENCIÓN, tanto sobre la máquina productora del ruido como del hombre , mediante la protección adecuada.

Fuente: www.riesgosdeltrabajo.com

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